Queridos compañeros radioaficionados y amigos Con gran tristeza escribo esta carta.
Como muchos de ustedes ya habrán escuchado, MFJ dejará de producir en Starkville, Mississippi, el 17 de mayo de 2024. Lo mismo ocurre con Ameritron, Hygain, Cushcraft, Mirage y Vectronics de nuestras empresas hermanas.
Los tiempos han cambiado desde que comencé este negocio hace 52 años. Nuestra línea de productos creció, creció y prosperó. Covid cambió todo en las empresas, incluida la nuestra. Fue el golpe más duro que hemos tenido y nunca nos recuperamos del todo.
Este año cumplí 80 años. Realmente nunca había pensado en jubilarme, pero la vida es muy corta y el tiempo que paso con mi familia es muy valioso.
Quiero agradecer a todos nuestros empleados que me han ayudado a construir esta empresa a lo largo de los años. Tenemos muchos empleados que han hecho de MFJ su carrera durante 10, 20, 30, 40 y más años.
Finalmente, un agradecimiento especial a todos nuestros clientes y distribuidores que han hecho de MFJ un nombre mundial y un negocio rentable durante tantos años. Todos ustedes son muy apreciados.
Cada 18 de abril se celebra el Día Mundial del Radioaficionado, un reconocimiento a esos entusiastas de la comunicación que juegan un papel crucial no solo en la transmisión de mensajes en tiempos de paz, sino, crucialmente, en situaciones de emergencia. En la República Dominicana, esta comunidad ha demostrado su valor y eficacia, especialmente en momentos donde las infraestructuras convencionales de comunicación se ven comprometidas por desastres naturales.
El Día Mundial del Radioaficionado conmemora la creación de la Unión Internacional de Radioaficionados (IARU) el 18 de abril de 1925 en París. La celebración destaca la importancia de los radioaficionados en la mejora de las comunicaciones globales y su rol indispensable durante emergencias y desastres naturales, facilitando así la colaboración internacional y la ayuda humanitaria.
La Impronta de los Radioaficionados Dominicanos
En la República Dominicana, los radioaficionados han jugado un papel esencial en responder a numerosas crisis naturales a lo largo de las décadas. Desde el devastador impacto del Ciclón David en 1979, pasando por los huracanes George en 1998, Iván en 2004, Noel y Olga en 2007, Irene en 2011, Isaac en 2012, Matthew en 2016, hasta los recientes huracanes María e Irma, los radioaficionados dominicanos siempre han estado en primera línea. Equipados con radios de mano y unidades móviles, estos voluntarios han establecido comunicaciones críticas y coordinando esfuerzos de rescate y asistencia, trabajan en estrecha colaboración con el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), la Defensa Civil Dominicana y la Cruz Roja Dominicana para asegurar una respuesta efectiva y oportuna ante los desastres. Son héroes silenciosos que merecen nuestro reconocimiento y apoyo, cuya dedicación, conocimiento y espíritu de servicio son invaluables para nuestra sociedad.
En nuestro país, la actividad de los radioaficionados está regulada por el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL). Para obtener una licencia, los aspirantes deben demostrar conocimientos técnicos y comprensión de las regulaciones de radiocomunicaciones a través de un examen. Este proceso asegura que todos los operadores estén bien preparados para manejar sus equipos de manera responsable y efectiva.
Organización y Preparación de los Radioaficionados
Los radioaficionados dominicanos están altamente organizados a través de clubes y asociaciones, destacando el Radio Club Dominicano, Inc. Regularmente participan en simulacros de emergencia, para asegurar que sus habilidades y equipos estén siempre listos para responder eficazmente. Esta preparación continua les permite establecer rápidamente redes de comunicación de emergencia cruciales para la coordinación durante desastres.
Un Lazo de Amistad y Solidaridad Internacional
A través de sus frecuencias, los radioaficionados dominicanos conectan no solo a nivel local sino también global, fomentando la amistad internacional y la comprensión cultural. Estos entusiastas no solo comparten una afición, sino que también representan una línea vital en tiempos de necesidad, promoviendo la solidaridad entre naciones y comunidades.
